El café es la bebida más consumida alrededor del globo. Su sabor atractivo y su capacidad de energizar el cuerpo con unos pocos sorbos son los atributos suficientes para hacerlo la infusión predilecta. Además, diversas investigaciones científicas han destacado sus propiedades que la hacen, incluso, una bebida saludable pero algunos especialistas advierten un problema: esta no puede beberse con cualquier acompañamiento.

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Diversos estudios científicos han destacado las propiedades beneficiosas del consumo de café. Este se ha relacionado con la disminución del riesgo de mortalidad por todas las causas y también por cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes o cáncer de hígado. Pero también los especialistas han advertido ciertas condiciones respecto a sus ventajas, ya que en el consumo debemos tener en cuenta aspectos como los momentos más adecuados para beberlo o el repertorio de alimentos con los que no hay que acompañarlo.

¿Por qué algunas comidas son incompatibles con el café?

Muchas personas beben café junto con otros aperitivos. Tostadas, galletas o postres son algunas de las maneras de acompañarlo. Sin embargo existen algunos alimentos que pueden ser más incompatibles con esta infusión. De acuerdo con la nutricionista Ruth-García responsable de Proyectos del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad Valenciana (Codinucova), los componentes de algunas comidas pueden interaccionar con las propiedades del café y ver reducidos sus efectos beneficiosos para la salud.

Tanto la cafeína como la teína, propias del café y el té que son la misma sustancia, pueden interaccionar con algunas vitaminas y minerales, especialmente la vitamina C, el hierro y el calcio presentes en los alimentos y muchas veces reducir sus beneficios. “Por ejemplo, tomar un café inmediatamente después de una comida rica en hierro -como las lentejas- puede hacer que no se absorba este mineral en su totalidad”, indica la especialista. 

Las comidas ricas en grasas pueden provocar mayores indigestiones.

Las comidas con las que no deberíamos acompañar con café

Debido a este efecto inhibidor del café, los especialistas recomiendan evitarlo si se padece de algún tipo de deficiencia de minerales o anemia. Ruth señala que estas personas deben esperar “entre media hora o una hora para tomarse el café después de comer”, en el caso de una deficiencia de hierro. En estas ocasiones resulta más indicado tomar, en lugar de esta bebida, aguas infusionadas con limón o jengibre que son ricas en vitamina C y potencian la absorción del hierro de los alimentos vegetales.

Las comidas picantes pueden ser una fuente de molestias en personas con problemas digestivos, acidez y ardor. El café puede empeorar estas manifestaciones. Si además existe un déficit de ciertos nutrientes, hay que tener en cuenta que la cafeína promueve una digestión más rápida, lo que se traduce en una reducción en la absorción del hierro, el calcio y otros micronutrientes.

En cuanto al efecto del café después de haber ingerido alimentos ricos en grasas, García indica que la digestión tiende a ser más pesada. “Dado que el café es un estimulante, la digestión se acelera y las molestias son mayores”, describe la representante de Codinucova. Aquí hay que precisar igualmente que esto solo es aplicable en personas con trastornos digestivos. Por ejemplo, “quienes tienen problemas de vesícula digieren mal las grasas y, por eso, si toman café inmediatamente después de ingerir comidas ricas en ellas, verán sus molestias aumentadas”.